miércoles, 29 de febrero de 2012

Delirium VS Demencia...

     Delirium y demencia son síndromes neurocognitivos de alta prevalencia en el anciano, y en las personas mayores, ambos cuadros coinciden  con frecuencia en el mismo paciente y comparten aspectos clínicos” (Martín, 2008)

     El delirium es un síndrome clínico caracterizado por la alteración de la consciencia y la atención, afectación de las funciones cognitivas, de presentación aguda y curso fluctuante y  generalmente va acompañado de etiología médica o tóxica. Sin embargo, la demencia se caracteriza por un deterioro más o menos global de las distintas funciones cognitivas

     "El delirium se presenta en muchas ocasiones en pacientes hospitalizados, y supone una gran inversión en recursos, y si no se trata de forma correcta, puede llegar hasta ocasionar la muerte. Se asocia con trastornos orgánicos cerebrales" (González, 2003). El delirium posee distintos factores de riesgo entre los que se encuentran:
        1. Ser mayor de 70 años
        2. Pluripatología
        3. Deterioro cognitivo previo
        4. Antecedentes de delirium
        5. Antecedentes de toxicomanía
        6. Polifarmacia
        7. Inmovilidad prolongada.
     


     Como se ha citado anteriormente, ambos síndromes se dan con mucha frecuencia en el mismo paciente al mismo tiempo, y como profesionales sanitarios debemos de intentar saber discernir entre episodios de delirium y demencia, aunque en el anciano, podrían darse episodios de delirium en una demencia, pero no viceversa.

     
   Según la clasificación de la DSM-IV, se puede establecer los siguientes criterios diagnósticos:
  • Delirium en personas ancianas:
    • Debe existir una alteración de la consciencia, así como en el nivel de atención y alerta
    • Presencia de cambios en las funciones cognitivas
    • Presencia de cambios perceptivos (alucinaciones)
    • Cuadro agudo
    • Fluctuación durante el día
  • Demencia en personas ancianas:
    • Presencia de múltiples déficits cognitivos:
      • Al menos, siempre debe incluir la afectación de la memoria y otro déficit
    • Evolución crónica y progresiva
    • Actividad social o laboral mermada por los déficits
     Actualmente, no existe evidencia científica suficiente que nos haga discernir claramente en el campo de la geriatría y gerontología, de la distinción de ambos síndromes neurocognitivos, por tanto, se debe de profundizar más en estudios de investigación patogénicos, epidemiológicos y clínicos, con el fin de que nuestros diagnósticos de enfermería, así como los cuidados a pautar sean los correctos ante este tipo de patologías, y así poder satisfacer correctamente las necesidades de nuestros pacientes, y no dejarlos solos ante unas perspectivas de vida que no son reales, por tanto, la función de apoyo del profesional de enfermería es esencial tanto con el paciente, como con los cuidadores principales, y como nexo de unión entre el equipo multidisciplinar y el entorno del paciente.

BIBLIOGRAFIA

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